viernes, 8 de mayo de 2009

Los mismos deseos
















No puedo encubrir que no siento nada
cuando en realidad es todo lo contrario.
Sólo basta hablar contigo unas palabras
para que otra vez me vuelva apasionar.

Es como si empezara mi alma de nuevo

a resucitar lo que ya permanecía muerto.
En verdad yo soy la única que se engaña
porque sigo teniendo la misma emoción.

Mi corazón sigue con el mismo impulso

que confirmé siempre desde hace tiempo.
¿Por qué he vacilado en mis sentimientos
si a cada momento pensaba si aún existías?

Todavía mantengo las pasiones que tuve,

y no se han extinguido un segundo de mí.
Vislumbré enseguida que estaba ofuscada.
El amor se mantiene en mí igual que antes.

Aunque me cueste ahora tener que decirlo,

la incertidumbre se instaura, y me asfixia.
Anoche la volví a incorporar en mi interior,
después de tan largo lapso,¡ cómo olvidarte!


Amelia Moncada Georgiades