viernes, 4 de septiembre de 2009

Aprecia el valor















Tanto deseo besas tus labios
que se queda reseca mi boca.
Anhelo el fulgor de los tuyos
para dislocarme en tus besos.

Alineación a la izquierdaQuiero saborear tu humedad.
Lograré refrescarme en ella,
para acabar con este delirio
que siento cuando te arrimas.

Si pudiera acariciar tu rostro,
aunque fuera por un intervalo,
calmaría este desasosiego
que está rematando mi cuerpo.

Si estuvieras siempre conmigo,
te daría cantidad de mimos.
Ya que con el corazón no puedo,
te doy estos "te quiero".

Si entendieras mis pensamientos
como antes de tus idas y venidas,
no me dejarías un instante
para irte, y dejarme después sola.

Que opaca está al presente mi vida.
Aunque estás en mi pecho,
tengo que sujetar mis emociones
y no dañar mi alma con tu despego.


Amelia Moncada Georgiades


miércoles, 12 de agosto de 2009

Tu amor pasional





Qué feliz noche me acompaña
viendo esa alegría en tu rostro.
El día es más apacible
al ver la sonrisa en tus pómulos.

Siento tus ojos que me observan
y pierdo de lleno la templanza.
Preciso más que nunca tu mirada,
aunque la esquives; es substancial.

Me hace falta para seguir viviendo,
pues sin ti, mi ímpetu se atenúa.
Amor mío, qué vacía está mi alma
si te separas un segundo de mi vera.

Hoy navegaré por tus pensamientos;
hallaré en el ardor tu amor pasional.
Guía el rumbo hacia donde te lleve;
al continente de tus ansiados placeres.

Te conducirá por el camino seguro
para que encuentres la felicidad.
Busca algo que te alce a las estrellas;
a través de su fulgor me descubrirás.

Cuando estés sediento recure a mí
para darte de beber y calmar tu sed,
y si alguna vez tienes tu cuerpo frío
échate a mis brazos que te abrigarán.

Amelia Moncada Georgiades

viernes, 8 de mayo de 2009

Los mismos deseos
















No puedo encubrir que no siento nada
cuando en realidad es todo lo contrario.
Sólo basta hablar contigo unas palabras
para que otra vez me vuelva apasionar.

Es como si empezara mi alma de nuevo

a resucitar lo que ya permanecía muerto.
En verdad yo soy la única que se engaña
porque sigo teniendo la misma emoción.

Mi corazón sigue con el mismo impulso

que confirmé siempre desde hace tiempo.
¿Por qué he vacilado en mis sentimientos
si a cada momento pensaba si aún existías?

Todavía mantengo las pasiones que tuve,

y no se han extinguido un segundo de mí.
Vislumbré enseguida que estaba ofuscada.
El amor se mantiene en mí igual que antes.

Aunque me cueste ahora tener que decirlo,

la incertidumbre se instaura, y me asfixia.
Anoche la volví a incorporar en mi interior,
después de tan largo lapso,¡ cómo olvidarte!


Amelia Moncada Georgiades

miércoles, 22 de abril de 2009

¿Cómo dejar de amarte?









¿Cómo dejar de amarte?,vida,¿cómo?
Si aún estás muy dentro de mi corazón.
Tus besos incendian la pasión que te di,
y al despertar, llenabas de ilusión mi alma.

¿Cómo olvidarte en este momento,¿cómo?
Si hasta frotar mis manos te siento en mí,
y pienso que todavía permanezco contigo,
eso es lo que has arrancado de mi lamentar.

Viene a mi sentido tu recuerdo, y te extraño.
Los días son más extensos si seguimos juntos.
No sé si nos hicimos daño, o fue sublime vivir
todo lo que pregonaba este sentir tan constante.

Dónde quieras que tú te halles, mandarte deseo
esto que tengo en mí se te olvidó, y lo apartaste.
Mi espera, y los sentimientos que nunca cesaron,
y el beso ardiente que mi boca jamás te entregó...


Autor M-P-S


martes, 31 de marzo de 2009

¿De dónde nace la poesía?













¿De dónde nace la poesía?
Adonde van las almas deseo ir.
Donde nunca muere el día,
a donde se va el sentir.
Quiero que esta mi lira,
platique con tu corazón.
¿Por qué tanta ira?
No hay motivo para tu decepción...
¿Por qué son amargos tus versos?
Vístelos de sencillez.
No te pongas del revés,
y camina hacia adelante.
¿De dónde nace la poesía?
La poesía brota del amor,
y amor es lo que te he dado.
¿Por qué entonces tu rebeldía?
Autor M- P- Solorio

viernes, 27 de marzo de 2009

Quiero volver a volar

















Amor mío, soy la golondrina que te habla,
el ave herida que regresa a morir junto a ti.
Estoy sangrando y no sé si podré continuar;
quiero sanarme para volver de nuevo a volar.

Te mando la rosa del jardín de mis delicias
para que en ella te vuelvas otra vez a deleitar;
su aroma permanecerá en ti hasta mi llegada,
su perfume fresco nos volverá a entusiasmar.

La lluvia pasajera nos traerá un hermoso día.
Tendremos un sol radiante que nos quemará,
pero lo suavizará el manantial que tú emanas.
El calor se hará más refrescante, y no abrasará.

Soy la hoja seca que ha perdido su lozanía,
el viento la impulsa para que no regrese jamás.
Se queda el árbol vacío, el otoño lo languidece;
la grandiosidad que lo caracterizaba desaparece.

Las olas vienen suaves, y acarician tu piel.
Tu cuerpo se sumerge en las cálidas aguas,
la espuma cubre por completo tu desnudez
y el ardor de la arena abrasa mi corporación.

Siempre estás conmigo hasta que rompe el alba,
te entristece tener que alejarte tan pronto de mí.
Por eso yo te regalo con generosidad mi cariño
para desvivirme constantemente de amor por ti.


Amelia Momcada Georgiades


miércoles, 25 de marzo de 2009

Mi corazón te regalé



Llenaste mi vida con tu hechura seductora
No quise decir que estaba de ti enamorada
;
al cruzarse nuestras miradas lo descubriste,
comprendiste al momento cuanto te quería.

Ese día sin pensarlo mi corazón te regalé,
como la gema más perfecta que guardaba;
por ese motivo viviré siempre adorándote,
y si desean vencernos, jamás nos rendirán.

He tenido a tu lado abreviados intervalos,
que fueron bastante substanciales para mí.
Las penas que intensificaron mis molestias;
has desaparecido por encanto de mi existir.

Aunque tenga que proceder contra mi razón,
al ser un alma excepcional, y repleta de amor,
nunca consentiré que permanezca en el olvido
porque continuará fascinando mi interioridad.


Amelia Moncada Gergiades


domingo, 22 de marzo de 2009

Amelia













Amelia, tendrás todo en la vida

el mundo está en tus manos.
El tiempo lo tienes de tu parte
y también a Dios por compañía.

Obtendrás a cada momento
la bendición del cielo.
En cada instante de la noche
te mandaré mis dulces besos.

No quiero que tengas tristeza
jamás mientras tú vivas.
Yo estaré constante a tu lado
y siempre serás mi amiga.
Amelia de amor son tus mañanas,
las inundas de pasión y poesías.
Has satisfecho a mi corazón
cormándolo de felicidad.


M P

No sigas al amor























No persigas nunca el amor
que él sólo te buscará.
Si lo hallas de verdad,
guárdalo como el mejor tesoro,
será difícil que lo vuelvas a encontrar.
Cuando lo sientes en el corazón,
ya quedas prendida para siempre.
Le da al alma vida y satisfacción.

Amelia Moncada Georgiades