viernes, 27 de marzo de 2009

Quiero volver a volar

















Amor mío, soy la golondrina que te habla,
el ave herida que regresa a morir junto a ti.
Estoy sangrando y no sé si podré continuar;
quiero sanarme para volver de nuevo a volar.

Te mando la rosa del jardín de mis delicias
para que en ella te vuelvas otra vez a deleitar;
su aroma permanecerá en ti hasta mi llegada,
su perfume fresco nos volverá a entusiasmar.

La lluvia pasajera nos traerá un hermoso día.
Tendremos un sol radiante que nos quemará,
pero lo suavizará el manantial que tú emanas.
El calor se hará más refrescante, y no abrasará.

Soy la hoja seca que ha perdido su lozanía,
el viento la impulsa para que no regrese jamás.
Se queda el árbol vacío, el otoño lo languidece;
la grandiosidad que lo caracterizaba desaparece.

Las olas vienen suaves, y acarician tu piel.
Tu cuerpo se sumerge en las cálidas aguas,
la espuma cubre por completo tu desnudez
y el ardor de la arena abrasa mi corporación.

Siempre estás conmigo hasta que rompe el alba,
te entristece tener que alejarte tan pronto de mí.
Por eso yo te regalo con generosidad mi cariño
para desvivirme constantemente de amor por ti.


Amelia Momcada Georgiades


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